159.- Regina Martínez, profeta que denunciaba en el desierto …
Ángel Rafael Martínez Alarcón.
Escribir sobre la muerte de
Regina Martínez Pérez (1964-2012) resulta una de las tareas más complejas, por
tratarse de un amiga y compañera de muchas luchas por un mundo mejor. Entre el
coraje, la impotencia, y sobre todo el dolor por una muerte tan injusta como la
que fue víctima Regina.
El pasado sábado 28 de abril, por la tarde-noche, por
medio del portal del Alcalorpolitico, que empezó a circular la noticia que
Regina había sido asesinada en su hogar. Como todos me quede más que mudo, con
todas las interrogantes, y luego se me vino a la mente quien ordeno tal
ejecución? Gracias a las redes sociales del twiter y facebook, como los
portales electrónicos de noticias, tuvieron la rapidez de anunciar la fatal
noticia, no sólo para el gremio del periodismo
sino a toda la sociedad veracruzana. Fue una larga noche de estar frente
a la computadora, viendo como la nota corría a la misma velocidad de red, así
como el intercambio de información de amigos comunes, todos indignados.
El domingo por la mañana, en una
rueda de prensa, una de las reporteras me decía con lagrimas en los ojo y la
voz entrecortada, “Nos mataron a Regina” y “donde están las organizaciones y
los partidos políticos que Regina les vio voz”, tenía toda la razón del mundo,
pero eran los primeras horas de haberse conocido el asesinato. La convocatoria del domingo por la tarde
resulto solidaria, amigos, colegas, conocidos, directivos de algunos portales,
nos dimos citar en la emblemática Plaza lerdo, desde donde miles de veces
Regina Martínez, realizaba su trabajo de recoger la nota. Todos con unas cara
de dolor, atónitos por lo le habían hecho a nuestra amiga Regina, las primeras
veladoras, flores, consignas pintadas en el piso, exigiendo justicia por la
inocente. Ver el amor a la vida y la
solidaridad de la Mtra. Esther Hernández Palacio y la Dra. Ibarra, quien han
sufrido en carne propia del dolor indescriptible de la pérdida de sus hijas:
mujeres inocentes y jóvenes xalapeñas.
Ver esas dos madres, ahí en la Plaza Lerdo, luchando por la justicia para
todos. La rabia continuo cuando se nos informa que el Ministerio Público quería
obligar a los familiares a firmar el documento de la certificación que el
asesinato había sido pasional.
A Regina Martínez Pérez, le
conocí a los años 80 del siglo XX, si hace como unos 30 años para ser más
exactos, cuando era el responsable de la comunicación del extinto Instituto de
Intercambio Cultural México- URSS “José Mancisidor” desde donde establecimos
una cordial amistad, posteriormente con los acontecimiento electorales de 1988,
con la insurgencia del Frente Democrático Nacional, encabezado por Cárdenas Solórzano,
donde Regina Martínez realizó un extraordinario trabajo de informar a la
población del proceso electoral, eran los tiempo del terror al cerrar el
Gobierno de Miguel de la Madrid todos los medios a los candidatos opositores al
PRI. Lugo vieron los días de la fundación de Manitas juntas que se transformo
en Matraca, con la guía de David Fernández S. J. Así han transcurridos todos
años, donde Regina siempre supo darle voz a tantas injusticias que se han
vivido en el Estado de Veracruz. Faltan adjetivos para describir la coherencia
del trabajo periodístico de Regina, una
mujer más que recta, comprometida con la verdad y sobre todo con la honestidad
en la vida. Los asesinos de Regina,
sabían muy bien el daño que le hicieron
a la verdad y el ejercicio de una prensa
libre, como objetivo, que nunca se vendió. La muerte de Regina Martínez,
ha sido un grito a nivel internacional que ha condenado al altero y cobarde
asesinato, de una periodista entregada a la verdad, Veracruz hoy se convertido
el lugar más peligroso para ejercer el periodismo, ni en los Estado que viven
conflictos armados, peligran los reporteros. Regina Martínez desde sus
materiales periodísticos denuncio sobre la muerte de Ernestina Ascensio Rosario,
asesinado en los primeros meses del Calderonato, y motivo que desde el
Ejecutivo Federal, presión para la salida de Regina Martínez del periódico
Política.
Javier Duarte de Ochoa, no tuvo
el valor moral mí como ser humano o de Gobernador Constitucional de presentarse
a la fundería para rendirle un tributo a una ejemplar periodista, sus
declaraciones fuera de tiempo. La voz del pueblo, decía: “Fidel Herrera Beltrán ya fuera estado aquí en la funeraria” si bien
es cierto que la ingoberbilidad del Estado de Veracruz es responsabilidad del
Ejecutivo Estatal.
Finalmente Regina Martínez Pérez,
es una víctima más del holocausto sexenal que hemos vivido los mexicanos. Qué
tiempo debe esperar a la sociedad
veracruzana para conocer al autor intelectual y material de la muerte
Regina. El daño está hecho. Como escribiera Guillermo Manzano, todos matamos a
Regina.
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario