Annus horribilis 2023 en mi vida


Annus horribilis 2023 en mi vida
Ángel Rafael Martínez Alarcón
Hace 31 años, la reina Isabel de Inglaterra (1926-2022). Una de las gobernantes más longevas del mundo, reinó por espacio de 75 años. En 1992, lo declaró como Annus horribilis, por una serie de acontecimientos vividos por la familia real británica. Pero seguramente millones de seres humanos en el mundo hemos tenido años muy complejos y también horribles. Y en lo particular para un servidor  fue un año muy difícil como los últimos cinco años. Por la falta de un empleo bien remunerado, estabilidad económica. Y como millones de mexicanos vamos sobreviviendo esta trágica transformación política del país.
El misterio de la muerte, ha sido una constante a lo largo de la historia de la humanidad. Desde el hombre primitivo hasta el hombre de la inteligencia artificial tiene ese misterio presente. ¿Qué es la muerte? Y a donde  vamos o a donde regresamos. De ahí el surgimiento de un aparato crítico, llamado religión, para justificar ese misterio después de la muerte. Es imposible dar una cifra de cuántos millones de trabajos bibliográficos se han producido en todos millones de años en que el hombre se ha puesto a reflexionar sobre dicho misterio. La muerte, en español se tiene varias nomenclaturas,  como ejemplo murió o falleció, etc.
Estamos en los últimos días del año 2023, ya han pasado las cenas de fin de año, las posadas, la cena de la Natividad de Nuestro Señor Jesucristo, han sido horas de reflexionar, sobre las cosas buenas y malas que han pasado en el presente año. Cosas que nos hicieron reír y también las que nos dejaron una huella de dolor, todo son aprendizaje.  El primero de enero del 2024, una nueva oportunidad para volver a vivir en plenitud. Desde estas líneas a mis estimados lectores permítame enviarle una cordial felicitación por las fiestas de fin de año. Un fuerte abrazo a cada uno de ustedes.
Desde mi niñez, siempre he estado muy presente en esas acciones de la muerte, primero en el entorno familiar y luego en lo colectivo. A 57 años de edad, sumo muchas referencias de muerte, creo que inició hace 50 años, o menos con el fallecimiento de don Simón Marín,  un vecino de la Cruz de la Misión, un anciano muy alta, siempre de traje color oscuro, le recuerdo con cariño con un niño como yo, y un día el portal de su casa ya no se abrió,  y es muy grande la lista de los muertos de mi barrio en la Cruz de la Misión, o las señoritas Aguilar dueñas de una casa de modas, muy importante en Xalapa, las tres señoritas, nacidas en el porfiriato, y que murieron en la pobreza. A los 9 años cambió un poco mi misión de la muerte, al asistir al funeral del General Rafael Ávila Camacho, en marzo de 1975, en Teziutlán, Puebla, como militar, ex gobernador del Estado Pueblo y Presidente Municipal de la ciudad de Puebla, eso parecía un carnaval, toda la clase política de dicho estado, ya la familia Ávila Camacho. En enero de 1978, la muerte de la tía Guadalupe Nader Castañeda, entristeció muy corazón, ya no tendría frijoles refritos con queso, en las futuras visitas a Altotonga. En la primaria un compañero, llamado Oscar, fue operado y no salió de la operación, recuerdo la histeria colectiva en el grupo, sólo recuerdo que vivía en la calle de Azueta.
Ya muertes que han marcado mi vida, el 10 de octubre de 1982, falleció mi madre adoptiva, Felicitas Bello Alvarado, a los 16 años te cambiaba radicalmente la vida. En enero de 1987,  moría inesperadamente, el 12 de enero el primo José Lendechy Bello, y otro día nacía Juan Carlos Martínez Alarcón,  y en diciembre de 1987, de manera inesperada fallece Flavio Rosas Molina, a 31 años de vida, mi primera responsable en la quinta comunidad del Camino Neocatecumenal de la parroquia del Calvario. En 1992, en marzo, mi hermano Ignacio Eleuterio, falleció también de manera inesperada.
Con la pandemia del Covid-19, que marcará al siglo XXI, por espacio de dos años tuvo secuestrada a la humanidad, y millones de habitantes del planeta murieron, hasta hoy me duele el fallecimiento de mi amigo, el sacerdote, Guillermo Ceballos Godos, (1974-2021) quien hasta el último aliento estuvo ahí llevando la sagrada comunión a los enfermos. Es grande el número de amigos, conocidos y familiares que murieron en estos años de la pandemia, recuerdo el ensayo del escritor .Lorenzo León Diez,(2023) Nueva barbarie de la tristeza feliz,El Colver- La Jornada Veracruz, 189 pp.
El presente año del 2023, iniciaba con una gran alegría, por la invitación que me realizaba el doctor en derecho don Rubén Pabello Rojas, para escribir el prólogo de su nuevo libro: Poliantea II. Una Visión del pensamiento crítico. Agua Arena editorial Xalapa, 235 pp.
Las primeras horas del lunes del 17 de abril, dejó de latir el corazón de mi madre, Rosa Ríos (1941-2023) luego de larga agonía provocada por el cáncer. Luego que en años pasados, un médico alternativo, le había pronosticado una larga vida, pasando a los cien años, una esperanza que se me clavó en el corazón. En pocas palabras tendría madre eternamente aquí en la tierra. Han pasado 250 días de su fallecimiento, y cada segundo, minuto, horas, días, semanas y meses se agudiza su ausencia; ya no haya llamadas telefónicas, visitas a su hogar, comer  sus propuestas gastronómicas, desde el vaso de agua, el mole, el asado planco, sus postres, seguramente su sazón fue el amor, hoy que todo ha sido reflexionar  todas esas cosas que siempre nos dio, con ese don de maternidad, hasta los regaños .
            En el presente años dejaron de existir: Rafael Martínez Morales, Rosa María Cabrera Lotf, Jorge Hernández Ochoa, Enrique Florescano, Esther Hernández Palacios, Adela Ríos Montera, Félix Báez-Jorge, Manuel Bautista Mercado, Agustín Ruiz Palomares, Guadalupe López Hernández, Carlos Brito Gómez, Jose Agudo, Yolanda Cejas Cortes, Lety Belmont, Ana Laura Villa Jerezano, Alejandro Gómez Salinas, Cristina Pacheco, Lorenza Franco, seguramente habrá más amigos fallecidos que no te enteras al momento.
Hemos llegado al fin del presente año, sólo queda agradecerles a los lectores de mis artículos semanales, en los diferentes portales de la prensa veracruzana. Muchas felicidades, y quedando en deuda con ustedes.




 

250 aniversario del natalicio de María Teresa die Medina y Miranda de la Sota Riva

 250 aniversario del natalicio de María Teresa  die Medina  y Miranda de la Sota Riva

Ángel Rafael Martínez Alarcón

El sábado 16 de septiembre  del presente 2023, se cumplieron 250 años del nacimiento de la xalapeña María Teresa de Medina  y Miranda, la ciudad que la vio nacer en el siglo XVIII, ha pasado como Teresa Medina, en una pequeña calle ubicada en el centro histórico de la ciudad entre las calles de Clavijero y Azueta. Sólo una cuadra. Hace más de 40 años una Unión Cívica Xalapeña, colocó una placa de latón, con una breve biografía del personaje de la calle. Tampoco existe algún óleo de la insurgente Xalapeña. Las autoridades municipales como siempre en las nubes, en relación con dichas efemérides.

            En el ayuntamiento de Xalapa, ya con varios años instituyó el premio Teresa Medina, organizado por el instituto municipal de las mujeres, quienes emiten la convocatoria. Quedó pendiente en el Centro Recreativo imponer el nombre a una de las salas, en tiempos del exalcalde Américo Zúñiga Martínez,  se impusieron los nombres de dos extraordinarias mujeres como los fueron doña Alicia Ávila Camacho de Fernández, y la doctora Quijada.


            El nombre  también es un problema su nombre del personaje. Primero no se sabe quién sólo quiso llamarla Teresa Medina. Así le conoce en los últimos 150 años. El nombre correcto es María Teresa de Medina y Miranda,   desde su nacimiento hasta el matrimonio. En 1807, contrajo matrimonio con el militar del ejército novohispano con don Manuel de la Soto Riva,  se le conoce como María Teresa de Medina y Miranda de la Soto Riva, pero en el colectivo general le llamó Teresa Medina,  nada que ver con el personaje anterior. Espero que el Ayuntamiento de Xalapa, pueda corregir el error en su pequeña calle. Se le conociera como calle María Teresa de Medina y Miranda, el código postal continuaría el 91,000, colonia centro o centro histórico.

             La historia de la humanidad pasa por todos los aportes que la mujer ha hecho desde la noche de la prehistoria. Sin mujer no hay vida ni mucho menos humanidad. En el más mínimo de los acontecimientos ahí está la huella y presencia de la mujer, por más que una supuesta cultura machista quiera negar la presencia de la mujer ahí está. Hoy con otras circunstancias de ser visualizadas y reconocidas.

            Desde 1929, con la escuela francesa de los annales, ha dado voz y presencia a las mujeres en la historia del mundo. En el caso de la revolución de independencia, sólo da cuenta de un par de mujeres, que creyeron la independencia de la Nueva España, pero estas mujeres esta vinculadas a sus esposos, mujeres de familia, pero tuvieron una leve pero muy destacada participación en esa revolución en favor de Fernando VII destronado por José Bonaparte. El caso particular de María Teresa de Medina,  habitante de la villa de Xalapa de la intendencia de Veracruz. Casado fue un importante militar del régimen de la Nueva España, pero no impidió ser solidario con el movimiento en favor de la independencia.

            María Teresa  de Medina  y Miranda,  nace el 16 de diciembre de 1773, durante la corona de Carlos III. De calidad criolla, es decir hija de españoles, ella su único pecado fue haber nacido en suelo americano. Fueron sus padres: Francisco Javier de Medina García Soto Mayor y María Martina Ramona Miranda Arraldo. La actividad del padre de familia, comerciante del puerto de Veracruz,  por situación económica como muchos de ellos, tenía su negocio en el puerto y la residencia en la villa de Xalapa, a pie de montaña, es decir a 1427 metros a nivel del mar.

            El matrimonio procreó a doce hijos: Francisco Xavier, Martín Lázaro, María Micaela, José Ramón Atanacio, Antonio, María Teresa, María Ignacia Bernarda, José Ramón Pablo Pedro, María Teresa Javiera, María Teresa Javiera Narcisa, María Josefa. https://youtu.be/tIgEYkZu3-I?si=sDMbu3It-M7Vc0aU

             Bautizada al día siguiente  de su nacimiento, por la sencilla razón, la muerte infantil en ese momento era una realidad para la familia novohispana, la medicina no estaba tan adelantada. Se bautiza en la Iglesia Parroquia de la Inmaculada, 90 años más tarde se convertiría en la Catedral del obispado de Veracruz.  Por haber poca información de María Teresa de Medina, hay toda clase de especulación, y más la red en esa autopista de la información, he leído que su familia era vecina del barrio de Xalapa, pero sin evidencias concretas para sustentar dicha afirmación. Pero el año de 1773, era el pequeño pueblo Xalapa, una docena de manzanas  habitadas por indígena, españoles, criollos, y afrodescendientes, como lo demuestra el censo de Vicente Nieto en el año de 1791.

            El otro acto importante en la sociedad novohispana es el acta de matrimonio que quedó registrado en los archivos parroquiales. María Teresa de Medina,  el 4 de noviembre de 1807, a la edad 34 años, un poco mayor para el momento que estaba viviendo. El afortunado es un militar del virreinato de la Nueva España, Manuel Remigio José Sota-Riva Llano-Valle,  (1764-1826) Caballero de las Órdenes militares de primera clase de S. Fernando y con Placa de la de S. Hermenegildo, Mariscal de Campo de los Ejércitos del Imperio Mexicano, Vocal de la Soberana Junta provisional gubernativa ... Capitán General y Jefe Superior de la Provincia de México.  Sin olvidar todos los méritos en régimen colonial. El primer presidente de México,Guadalupe Victoria lo nombraría en 1824, General de los Ejércitos de la República. Firmante del Acta de Independencia, el 27 de septiembre de 1821.

            En el matrimonio de La Sota Riva y de Medina y Miranda,  sólo hubo 4 hijos nacidos entre 1810-1819: Manuel, Francisco, José María, Fernando.

            Los criollos, son los principales promotores de la lucha de independencia, y sus esposa también participaron en dichas acciones. Ellos, los que tenían alguna responsabilidad pública con la corona, dejaron actuar libremente a sus esposas. En el caso de Maria Teresa de Medina y Miranda,  supo jugar muy bien su papel en el sector revolucionario, perteneció a la logia masónica  Caballeros racionales de Xalapa. No sólo aportando ideas sino también dinero.

            El primero en recordar a la insurgente Xalapeña, fue Manuel Rivera Cambas, en 1869, en su libro:Historia antigua y moderna de Jalapa y de las revoluciones del Estado de Veracruz. En el siglo XX,  algunas referencia en la obra de Leonardo Pasquel Jimenez.  El muralista Melchor Peredo, pintó el mural de Palacio de Gobierno en 2010.  

            El investigador de la Universidad Veracruzana, Roberto Peredo, en el 2015, escribió la novela  EL umbral. Maria Teresa de Medina, la dama insurgente. Universidad Veracruzana, 414 pp. Primer gran documento que nos acerca la vida y obra de la insurgente Xalapeña ilustremente desconocida.

            El Colegio de Veracruz, que dirige el Dr. Mario Raúl Mijares Sánchez, fue la única institución educativa de Xalapa que organizó una conferencia magistral con el doctor  Melchor Peredo, para recordar el 250 aniversario del natalicio de la dama insurgente nacida en Xalapa y que se ignora hasta su fecha de su muerte.https://youtu.be/vcUqvExzYAk?si=KDcGGHUiO24qIwhD

 

 

 

 

 

100 años de la toma de Xalapa por el ejército de la huertista

 100 años de la toma de Xalapa por el ejército de la huertista

Ángel Rafael Martínez Alarcón

El ocho de diciembre de 1923, la ciudad de Xalapa capital del Estado de Veracruz, como la establecieron en mayo de 1824, en la conformación del nuevo Estado. Fue tomada por el ejército federal que había abrazo la rebelión político-militar encabezado por el expresidente interino de México entre mayo a diciembre de 1920, Adolfo de la Huerta (1881-1955) y exgobernador interino de Sonora en 1919. Secretario de Hacienda de la presidencia del General Álvaro Obregón (18-1927)


            Luego de renunciar al cargo de secretario de Hacienda, y octubre anuncia su participación como candidato presidencial por el partido cooperativista nacional. El ex de Gobernación, Plutarco Elías Calles ( 18-1945)

            Los procesos electorales  para la sucesión presidencial en la postrevolución, así en 1920, Venustiano Carranza, (1859-1920), a no cumplirle a su correligionario Álvaro Obregón,  provoco un conflicto político-electoral. El Gobierno lanzo la candidatura del diplomático Ignacio Bonillas (1858-1942). El conflicto se resolvió con el asesinato del presidente Carranza. Hoy como hace 100 años, el ejecutivo federal, era el único elector, en designar candidatos, y operar , hoy en el Obradorato, las cosas no han cambiado, hemos vividos como en una simulación democrática, el Virrey de Palacio Nacional. A cien años, las cosas siguen iguales es la voluntad de un solo hombre para imponer candidatos.

            En el Plan de Agua Prieta, es el inicio del grupo Sonora en la vida política de México, que duraría hasta 2000. Con el asesinato del presidente Carranza, sería el segundo asesinado en la Revolución, en febrero de 1913, Francisco I Madero, (1873-1913), ambos fueron asesinado en funciones en el Ejecutivo Federal.

            Álvaro Obregón, es el gran triunfador de la Revolución Mexicana, quien como el actual presidente de México, un gran manipulador en todos los procesos electorales. Con imposición de candidatos, aunque fuera con las armas, como el caso del General Plutarco Elías Calles, quién fuera el tercer candidato presidencial de la postrevolución, para el periodo de 1924 a 1928. El mismo Obregón, logró una reelección presidencial, violentando el marco legal, como hoy en el Obradoradato, que desde Palacio Nacional, se  ha violado el Estado de derecho que acompaña al INE. El General sonorense muere asesinado en 1927.

            Las aspiraciones de Adolfo de la Huerta,  para ascender a la presidencia de la república por la vía electoral, situación que molesto mucho al presidente en turno. Logrando iniciar una persecución a su paisano. Luego de proclamarse candidato presidencial la situación cambió, la cárcel era lo esperado. Así que expresidente interino huyo al Estado de Veracruz, donde un aliado lo esperaba el jefe de la zona militar, el General teocelano Guadalupe Sánchez Galván (1890-1965). Quien secunda la proclama de su amigo Adolfo de la Huerta.

            Guadalupe Sánchez Galván, es el menor de ocho hermanos de una familia de agricultores de la región de Teocelo. Fueron sus hermanos: Eduardo, Emilio, Abraham, Micaela, Fausto, Piedad, María. El benjamín de dicha familia, desde la temprana edad tiene inquietudes,  sale a trabajar al puerto de Veracruz, y regresar al hogar, se une al movimiento maderista encabezado por Manuel F. López Olmos. Luego del asesinato de Madero, se une al carrancismo, es firmante del plan de Guadalupe del 26 de marzo de 1913, como capitán 1º. En este periodo  el joven veracruzano tiene una actividad participación en el campo de batalla. Bajos las ordenes de Cándido Aguilar (1889-1960). En 1920, secunda el plan de Agua prieta, con la imposición de Carranza  en favor de Ignacio Bonillas.

            Durante el gobierno de Obregón, hay una excelente relación, logrando que propio presidente Obregón  viaje a Teocelo a la inauguración del Palacio Municipal. Guadalupe Sánchez, tuvo una vocación demócrata, siempre al lado en su momento de los luchadores por un mundo mejor.

            Cabe destacar que, durante los meses como presidente interino, Adolfo de la Huerta, tuvo un talento de sumar amigos, como es el caso de Francisco Villa, quien logro en ese gobierno retirarse de la vida pública, obteniendo tierras para la realización de su proyecto personal. El 20 de julio de 1923, Villa fue entrevistado por la prensa, y no dudo en apoyar el presidente Adolfo de la Huerta, semanas más tarde, el Centauro del norte es asesinado.

            El viernes 8 de diciembre de 1989, entreviste  a don Eleuterio Lagunes Morales, a quien yo siendo niño le escuchaba contar sobre la toma de Xalapa, y como estudiante de la carrera de historia, ese día antes señalado, le realice una breve entrevista, afirmaba que era niño y que el bombardeo en Xalapa se escuchaba hasta Cerro Gordo, no recuerdo en que año fue eso. Afirmaba que encabezaba la toma estuvo a cargo del General Guadalupe Sánchez.

            Gracias a la historiadora Soledad García Morales, quien realizó una exhaustiva investigación sobre la rebelión de la Huertista, para su titulación, y años más tarde se convirtió en una publicación de la Universidad Veracruz, bajo el título: La rebelión de la Huertista en Veracruz,  1986, 196 páginas. En dicho contexto el estado de Veracruz, en esos momentos estaba gobernador por el Gral. Adalberto Tejeda Olivares,  (1883-1960). Gobernador rojo, agrarista, aliando sin condicional del presidente Obregón. 

            Adolfo de la Huerta, logra realizar un levantamiento armado en los Estado de Michoacán, Guerrero y Veracruz, en este último será el principal seria de la guerra, en primero por el mismo  de la Huerta, confiaba en el jefe militar de las operaciones en el golfo de México. En caso de Veracruz, los agraristas e integrantes del Partido Comunista de México, fueros aliados del gobernador Tejeda Olivares, respaldando al gobierno de la República; para favorecer a la candidatura de Elías Calles.

            En el archivo histórico municipal de Xalapa, “ Rubén Pabello Acosta” hay una seria de documentos de  1924 hasta 1926, de indultos a civiles  y militares participantes de la rebelión. El gobernador de Yucatán, Felipe Carrillo Puerto, fue fusilado  con un grupo de partidarios el 3 de enero de 1924, en marco de la rebelión de la huertista. 

Javier Ortiz Aguilar, (1941-2022) en la biblioteca de Humanidades, UV

 Javier Ortiz Aguilar, (1941-2022) en la biblioteca de Humanidades, UV

Ángel Rafael Martínez Alarcón

En la otoñal mañana del lunes 27 de noviembre en el Salón Azul de la Unidad de Humanidades de la Universidad Veracruzana, asentada en el antiguo ejido de San Bruno. Se realizó la entrega protocolaria  de parte de la biblioteca personal del ex académico de la carrera de historia por varias décadas. Javier Ortiz Aguilar,(1941-2022). Quién falleciera en el invierno del año pasado en la ciudad de Xalapa, donde vivió, los últimos 60 años; en la calle de Clavijero  en la zona de la Cruz de la Misión-El Calvario. Se dieron citas las autoridades de Bibliotecas, del área de humanidades, docentes de la Facultad de Historia y sus alumnos, familiares y amigos nos dimos cita para ser testigos de la última voluntad. Qué su biblioteca reunió a lo largo de su vida. 


            El recuerdo de Javier Ortiz Aguilar, con sus lentes de pasta negra. Su cigarro, un vaso de café, bien azucarado, y un libro. Así  en los pasillos de la Facultad de Historia donde fue catedrático por varias décadas, o también en las instalaciones de la Universidad Pedagógica Nacional 301 en la ciudad de Xalapa. y la primera provocación salió una invitación para tomar un café. Son cientos de idas a tomar un café en los Arcos, o en el centro de la ciudad, el Café de la parroquia de la calle de Zaragoza, propiedad de Abel Torres.

            Una vez sentados en torno a una taza de aromático café de la región, el maestro empezaba hablar de los avances de la lectura del libro en turno, explicaba sus subrayados. Si el autor era de sus predilectos, recordaba su anterior libro. Así pasaban las horas. Javier Ortiz Aguilar, todo un docto del olvido, dejaba en el olvido, muchas veces regresaba a preguntar sobre el libro olvidado el día anterior. Otras de las veces el libro había sido leído, te lo obsequiaba para estimular su lectura, y en el próximo café, sería el tema para seguir dialogando.

            Siendo presidente de la Academia de la Educación sección Veracruz, fundó su Biblioteca Rafael Arriola Molina (1913-1996), con parte del fondo bibliográficos del Instituto de Intercambio Cultural México-URSS (1982) “José Mancisidor”,  su biblioteca “Chinguiz Aitmatov” (1928-2008).Mi primer trabajo como bibliotecario. Con esa actividad descubrí que Ortiz Aguilar, era amante de los libros.

            Javier Ortiz Aguilar, (1941-2022),  ya  cercano a su desaparición física, tenía muy claro que su biblioteca personal que había reunido por espacio de 60 años. Su voluntad era que fuera donada al Ayuntamiento de Altotonga,  Veracruz donde había nacido un 18 de abril de 1941.Muy lamentablemente las autoridades municipales no le dieron la mayor importancia, seguramente los empleados municipales vieron más trabajo, en la biblioteca municipal, espero que el alcalde Nacho Morales Guevara,  quien por  segunda vez gobierna dicho ayuntamiento. Tenga la voluntad de recibir parte de la biblioteca, para cumplir la voluntad de uno de sus coterráneos.

            El pasado lunes 27 de noviembre del presente año, en el salón Azul de Humanidades, se realizó la ceremonia protocolaria  de la donación de parte de la biblioteca  a la Biblioteca Carlo Antonio Castro Guevara[1] (1926-2010) de la Unidad de Humanidades, donde Javier Van-troi Aguilar Sandoval, hizo entrega del fondo bibliográfico de su señor padre, con la asistencia de la titular de la bibliotecas de la Universidad la doctora Ana María Salazar, ex alumna de Javier Ortiz Aguilar,   la directora del área de Humanidades, la doctora Yolanda González Molohua,  el director de dicha facultad, el doctor Raúl Romero Ramírez,  la jefa de la biblioteca de Humanidades, Mtra. Iris Yazmín Flores Aburto, y el Mtro. Juan Francisco Gaspar Velasco.  

            El acto se inició con palabras de Javier Van-troi Aguilar, quien realizó una semblanza de sus padres: Javier y Matilde, ambos docentes. Romero Ramírez,  ex alumno a finales de los años ochenta del siglo XX, y amigo, como compañeros  en diversas instituciones educativas, recordó al maestro siempre a la vanguardia del pensamiento. Emocionada la Dra. Salazar Vázquez  al entregar la biblioteca de su maestro de  filosofía de la Historia. Exalumno y amigo Juan Francisco Gaspar Velasco, presidente vitalicio y a perpetuidad de la República de Vulgaria. (Un círculo de lectura, así auto llamado)  Exhortó leer la biblioteca de su maestro, y a consultar sus notas marginales como los subrayados que cada libro tiene.

            Amigos, familiares, docentes y alumnos fuimos testigos de dicho acontecimiento. Me vino a la memoria la presentación de un libro de Carlo Antonio Castro Guevara,  siluetas mexicanas, Amate, 1980; dónde incluye el texto Lupe la de Altotonga.  Los recuerdo a Carlo y Javier  ya hombres maduros y catedráticos universitarios, conversando sobre dicho libro, yo un joven adolescente de 16 años. Y la amistad que siempre hubo entre ellos. Y hoy unidos bajo la misma pasión los libros.

            Al final dicho  acto hubo un café y galletas. Nosotros nos trasladamos a nuestro sagrado templo del café a los Arcos para seguir recordando a nuestro amigo y maestro Javier Ortiz Aguilar.

            

 

 

[1] https://lazebra.net/2016/04/01/la-obra-de-carlo-antonio-castro/


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