Centenario del natalicio de Roberto Williams García (1925-2008)

 Centenario del natalicio de Roberto Williams García (1925-2008)

Por Ángel Rafael Martínez Alarcón

La Universidad Veracruzana, con 80 años de presencia en la vida de los veracruzanos, ha sido fundamental en la construcción de un futuro mejor para México. Sin duda, uno de sus rectores más destacados fue el doctor Gonzalo Aguirre Beltrán (1908-1996), quien dirigió la institución entre 1957 y 1961. Durante su rectorado, la UV emprendió un proceso de internacionalización y fortaleció el área de humanidades con la creación de las carreras de Antropología e Historia, así como con la fundación del Museo de Antropología. Aguirre Beltrán, médico egresado de la UNAM en 1931, invitó a destacados humanistas —muchos de ellos jóvenes— a sumarse a este proyecto. En esta labor también tuvo un papel relevante el normalista José Luis Melgarejo Vivanco (1914-2003), entonces subsecretario de gobierno. El 30 de marzo de 1925, nace nuestro querido maestro y amigo Roberto Williams García

Trayectoria académica y contribuciones

Los primeros datos biográficos de Roberto Williams García aparecen en la Enciclopedia de México(publicada en varios tomos durante la segunda mitad del siglo XX). Según esta fuente:

Nació en Barra de Tampico, Tamaulipas, en 1925. Fue profesor de instrucción primaria (1945) por la Escuela Normal Veracruzana y etnólogo (1964) por la Secretaría de Educación Pública. Inició su carrera como ayudante en un estudio sobre la población totonaca de El Tajín (1948). Colaboró en la investigación Antropología física de Veracruz (1950-1956), donde participó en la recolección de datos somáticos y muestras de sangre entre indígenas de la Huasteca meridional y totonacos de Papantla (véase “Distribution of Hereditary Blood Antigens among The Maya and Non-Maya Indians in Mexico and Guatemala”, The American Journal of Physical Anthropology, marzo de 1959). Además, contribuyó al descubrimiento de los lienzos prehispánicos de Tuxpan en Tihuatlán y documentó el culto al Sacerdote de Las Limas, escultura robada del Museo de Jalapa y recuperada por el gobierno mexicano.

Williams García también incursionó en el cine etnográfico con documentales como Carnaval en la Huasteca (1960), https://youtu.be/orM8TVWWwqI?si=9HS6-IQ8wfkWZ92B Boda en el cerro (1973) y Uso ritual de la Santa Flor (1973). Entre sus obras escritas destacan:

  • Los tepehuas (Xalapa, 1963).
  • Mitos tepehuas (1972).
  • La ruta de la vainilla (folleto, 1969).
  • El mito de una comunidad indígena (tesis).
  • Monografías como Introducción a las culturas del GolfoOtomíes de la sierra de PueblaLos popolucas del sur de VeracruzLos huastecos y Los totonacos (todas de 1961).

El Diccionario Enciclopédico Veracruzano —editado en papel durante el gobierno de Patricio Chirinos (1992-1998) y posteriormente digitalizado por la UV— resume su labor:

Fue investigador de la Universidad Veracruzana, delegado de Asuntos Indígenas (1952-1958) y mantenedor del Programa de Desarrollo Cultural de los Grupos Étnicos en Veracruz (SEP, 1979). Colaboró en revistas científicas y periódicos, dejando un legado invaluable en la antropología mexicana.

Una figura más allá de la academia

Pese a sus contribuciones, aún falta una biografía integral que explore no solo su faceta académica, sino también su impacto cultural y político.

Mi relación con Williams García comenzó en Xalapa, cuando a los 16 años me involucré en el Instituto de Intercambio Cultural México-URSS "José Mancisidor". Allí, junto al lingüista Carlo Antonio Castro Guevara(1926-2010), decano de la Facultad de Antropología de la UV, tuve el privilegio de conocerlo. Era un hombre de presencia imponente pero de gran calidez, empático y carismático. Nuestra amistad perduró a través de los años, en coincidencias culturales y políticas.

En 1968, Williams García fue uno de los líderes del movimiento estudiantil en la UV, que enfrentó severas dificultades financieras. Sufrió represión policial —incluso su casa en la calle González Ortega fue marcada con una placa alusiva—. Dos décadas después, en 1988, se sumó a las protestas contra el fraude electoral que dio lugar al Partido de la Revolución Democrática (PRD), apoyando la candidatura de Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano (1934).

Legado y homenaje

Roberto Williams García era un referente en la vida cultural veracruzana: articulista, docente, investigador y activista. Su estilo desenfadado contrastaba con la solemnidad académica; en presentaciones de libros, evitaba discursos rígidos y prefería comentarios espontáneos, siempre con humor y agudeza.

En este centenario de su natalicio, el Museo de Antropología de la UV le rinde homenaje con una exposición fotográfica en sus rejas. Una justa celebración para quien dedicó su vida a entender y dignificar las culturas indígenas, dejando huella en la historia de Veracruz y México.

https://youtu.be/LCHKV5LDbjE?si=NayaANQ01iRO2N-N


 

 

50 aniversario del fallecimiento del General Rafael Ávila Camacho (1904-1975)

 50 aniversario del fallecimiento del General Rafael Ávila Camacho (1904-1975)

"La infancia es fugaz, pero sus recuerdos son eternos." – Anónimo.

Ángel Rafael Martínez Alarcón

El 20 de marzo de 1975, hace 50 años, dejó de latir el corazón del militar y político poblano Rafael Ávila Camacho. Este año, 2025, también se conmemora el centenario de su egreso del Heroico Colegio Militar y el inicio de su carrera militar, la cual comenzó al lado de su hermano mayor, el también General Manuel Ávila Camacho. Don Rafael falleció el último día del invierno de 1975, a causa de dos infartos al corazón: el primero ocurrió el 12 de marzo, y el segundo, que terminó con su vida, tuvo lugar en las instalaciones del Hospital ABC, en la ciudad de México a la edad de 70 años.

Como he escrito en varias de mis colaboraciones, un servidor no tuvo cuentos infantiles tradicionales, sino que creció escuchando las historias de la familia Ávila Camacho. Esto se debió a que mi primera maestra de Historia, desde mi temprana infancia, fue mi madre, Felicitas Bello Alvarado (1907-1982), sobrina de doña Eufrosina Camacho Bello de Ávila (1870-1939). Mi madre creció con ellos en la ciudad de Teziutlán, Puebla, cuna de la familia Ávila Camacho. Miles de historias y recuerdos escuché hasta mis 16 años. Los viajes cada 9 de noviembre a Teziutlán, para visitar el mausoleo donde descansan la mayoría de los integrantes de dicha familia, iniciada en la octava década del siglo XIX, eran una tradición. Cabe destacar que los restos del ex presidente de México (1940-1946), don Manuel Ávila Camacho, no se encuentran allí; fueron sepultados en su rancho La Herradura, en el Estado de México, hasta la muerte de doña Soledad Orozco (1904-1996). En 1996, el matrimonio fue trasladado al Panteón Francés de San Joaquín, en la Ciudad de México, donde descansan juntos.

El 21 de marzo de 1975, se realizaron los funerales del ex gobernador de Puebla en su natal Teziutlán. Yo contaba con 8 años de edad. Entre mis recuerdos infantiles, están las figuras de los hermanos menores de los Ávila CamachoRafael y Gabriel, quienes visitaron nuestra hogar. Sin embargo, siendo un niño, seguramente no le di mucha importancia. Hoy, con el paso del tiempo, esos recuerdos de la infancia perdida cobran mayor significado. Así recuerdo las cientos de tarjetas postales que llegaban a casa, firmadas por Rafael Ávila Camacho y Margarita Núñez, así como los cumpleaños, las fiestas de fin de año y los viajes. Lamentablemente, esa documentación seguramente se perdió, ya que, como suele suceder, cuando mueren los adultos mayores, los sobrevivientes, sin sentido histórico, consideran que son solo papeles sin valor.

A la edad de 8 años, viajamos muy de madrugada para asistir a los funerales de don Rafael, sin más información. El viaje se realizó en un Buick modelo 1952, que hoy podría compararse con una Suburban. En ese momento, no entendía mucho sobre dicho viaje. Al llegar a nuestro destino, me impactó el gran movimiento: cientos de autos Ford LTD y militares por doquier. En cierto sentido, en mi mente infantil, todo sonaba a fiesta. La misa se llevó a cabo en la catedral de Teziutlán, con una multitud de asistentes, incluyendo al ex alcalde de la ciudad de Puebla, capital del estado. El cortejo fúnebre se dirigió al panteón municipal para darle sepultura. El mausoleo de la familia Ávila Camacho impacta por su entrada y la bajada por la parte de atrás, donde descansan los integrantes de la familia. Con los años, fui madurando y comprendiendo el impacto de la muerte, así como reconstruyendo los detalles de aquel funeral, que hoy puedo afirmar que fue un Funeral de Estado, organizado para el asesor del presidente Luis Echeverría Álvarez (1922-2022).

El matrimonio Ávila Camacho tuvo nueve hijos: Maximino, María, Manuel, Miguel, María Antonieta, Ana María, Rafael, Gabriel Eulogio. Este último fue el primero de los hermanos en fallecer, asesinado siendo muy joven en suelo veracruzano, el 19 de septiembre de 1932.

La familia Ávila Camacho es producto de la Revolución Mexicana del 20 de noviembre de 1910. A lo largo y ancho del país, se formaron familias revolucionarias, como el caso de la familia Cárdenas. En México, hubo un momento histórico único entre el 1 de diciembre de 1940 y el 31 de enero de 1941, cuando tres hermanos ocuparon tres distintos niveles de gobierno: Manuel, como presidente de la República; Maximino, como gobernador del estado de Puebla; y Rafael, como presidente municipal de la ciudad de Puebla.

Rafael fue el único de los hermanos Ávila Camacho que ingresó al Heroico Colegio Militar, egresando en 1925. Nacido el 14 de diciembre de 1904, fue diputado federal de 1934 a 1937 (por el Partido Nacional Revolucionario) durante el primer sexenio presidencial en México. También fue alcalde de la ciudad de Puebla de 1939 a 1941 (por el Partido de la Revolución Mexicana) y gobernador de su natal estado de 1951 a 1957, postulado por el Partido Revolucionario Institucional. Otra de las familias que emergió con la Revolución, combinando las armas en diferentes acciones y la política en la administración pública, fue la familia Cárdenas del Río en Michoacán, y la familia Alemán en Veracruz. Los Ávila Camacho representaron a Puebla en este contexto histórico. En 1949, Rafael fue designado director del Heroico Colegio Militar.

El escritor Arturo Olmedo Díaz escribió La tercera estrella: Rafael Ávila Camacho (Editorial Ánimas, Puebla, 271 páginas). Con un prefacio de Sergio Vergara Berdejo, un proemio de Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano y un pórtico de Carlos Peredo Grau, el libro incluye una presentación del ex gobernador de Puebla, Miguel Barbosa Huerta. En cuatro capítulos, se presenta la vida de 71 años del General Rafael Ávila Camacho, destacando la importancia de sus hermanos mayores y cómo, a los doce años, perdió la figura paterna.

Editorial Ánimas, dirigida por Rodrigo Fernández Chedraui, ha publicado una serie de libros para comprender la vida y obra de los hermanos Ávila Camacho. En el presente año, 2025, presenta el título Ávila Camacho y Cárdenas ante la II Guerra Mundial, bajo la investigación de Mónica Patiño PinedaArturo Olmedo Díaz, especialistas en la vida y obra de los hermanos Ávila Camacho.

40 años de la muerte de Konstantin Ustínovich Chernenko (1911-1985)

 40 años de la muerte de Konstantin Ustínovich Chernenko (1911-1985)

Ángel Rafael Martínez Alarcón

 

La mañana del lunes 10 de marzo de 1985, hace 40 años, recibimos la noticia del fallecimiento del Secretario General del Comité Central del Partido Comunista de la Unión Soviética y Presidente del Soviet Supremo de la URSS, Konstantin Ustínovich Chernenko, quien gobernó el Estado Soviético por un breve período de 13 meses. Este acontecimiento marcó un momento crucial en la historia de la Unión Soviética y del mundo, en pleno apogeo de la Guerra Fría. Su muerte aconteció en la capital de la URSS, Moscú.https://youtu.be/0xlufnFGzzo?si=5Y9wt_20WxLYfJBr

 

Contexto histórico

 

En aquellos años, el mundo estaba dividido en dos bloques ideológicos y políticos: el bloque occidental, liderado por los Estados Unidos, y el bloque oriental, encabezado por la Unión Soviética. En Estados Unidos gobernaba Ronald W. Reagan (1906-2004), el presidente número 40, quien ocupó el cargo de 1981 a 1989. Reagan era conocido por su firme postura anticomunista y su política de confrontación con la URSS, que incluía iniciativas como el programa de defensa estratégica "Guerra de las Galaxias" (SDI).Eran los años del Presidente de México, Miguel de la Madrid (1934-2012)

 

Por su parte, la Unión Soviética estaba sumida en una crisis interna, con una economía estancada y una clase política envejecida. Entre noviembre de 1982 y marzo de 1985, la URSS experimentó la muerte de tres de sus líderes:

 

Leonid Brézhnev (gobernó de 1964 a 1982).

Yuri Andrópov (gobernó de 1982 a 1984).

Konstantin Chernenko (gobernó de 1984 a 1985).

Esta rápida sucesión de líderes reflejaba la inestabilidad y el agotamiento del sistema soviético, dominado por una gerontocracia (gobierno de ancianos) en la que los líderes, muchos de ellos veteranos de la Gran Guerra Patria (1941-1945), luchaban por mantener el control de un país en declive.

            En su primer discurso del febrero de 1984, afirmó: Yuri Andrópov hizo aporte personal de gran peso al trabajo colectivo del Comité Central y del Buró Político, para la elaboración del rumbo certero y efectivo en to­ dos los órdenes del trabajo del Partido en la presente etapa: del rumbo hacia el perfeccionamiento del socialis­ mo desarrollado. Dirigió los plenos de noviembre de 1982, de junio y diciembre de 1983, que marcan impor­ tantes acontecimientos en la vida del Partido y el pue­ blo. En los acuerdos de esos plenos se desarrollo de mo­ do creador y concreto la linea política trazada por el 26 Congreso del PCUS

 

Chernenko: Un líder de transición

 

Konstantin Chernenko, nacido en 1911, fue un representante típico de la vieja guardia soviética. Su breve mandato estuvo marcado por su mala salud y la falta de reformas significativas. Su muerte, el 10 de marzo de 1985, abrió las puertas para el ascenso de Mijaíl S.Gorbachov,(1931-2020) un líder más joven y reformista que implementaría las políticas de Perestroika (reestructuración) y Glasnost (transparencia), cambiando el curso de la historia soviética y mundial.

 

En México, la noticia del fallecimiento de Chernenko fue recibida con interés, especialmente en círculos intelectuales y políticos vinculados al socialismo y al intercambio cultural con la URSS. En Veracruz, el cónsul general de la URSS, el moldavo Iván Nicoleoavich Goyán, representaba los intereses soviéticos en la región.

 

En ese momento, yo, a mis 18 años, trabajaba como bibliotecario en el Instituto de Intercambio Cultural México-URSS "José Mancisidor", fundado en Xalapa en mayo de 1982. Este fue mi primer trabajo, iniciado en noviembre de 1982, y me permitió estar cerca de los acontecimientos históricos de la época.

 

Reflexión histórica

 

El 10 de marzo de 1985 no solo marcó el fin del breve mandato de Chernenko, sino también el inicio de una nueva era para la Unión Soviética y el mundo. La muerte de Chernenko y el ascenso de Gorbachov fueron eventos que cambiaron el curso de la historia, acelerando el proceso que llevaría a la disolución de la URSS en 1991.

 

Para mí, este día quedó grabado como un momento significativo en mi vida personal y profesional, vinculado a un contexto histórico de cambios profundos y transformaciones globales. El Instituto de Intercambio Cultural México-URSS "José Mancisidor" fue un espacio donde pude ser testigo de cómo los eventos internacionales impactaban en nuestra realidad local, y donde aprendí la importancia de la cultura y el diálogo entre naciones.

 

 

Eulalia Guzmán Barrón (1890-1985): Científica negada por el Estado

 Eulalia Guzmán Barrón (1890-1985): Científica negada por el Estado

                                                                                Ángel Rafael Martínez Alarcón

El pasado 28 de febrero de 2025, se cumplieron 500 años de los asesinatos de los tlatoani de la Tripe Alianza, entre ellos Cuauhtémoc, y del primer fraile franciscano Juan de Tecto (1475-1523), en el actual territorio del estado de Tabasco. Este aniversario revivió el debate en torno al descubrimiento de los restos de Cuauhtémoc, un tema que ha generado controversia desde 1949, cuando la arqueóloga Eulalia Guzmán Barrón anunció el hallazgo en Ixcateopan, Guerrero.

Desde entonces, el gobierno de la República ha intentado, en múltiples ocasiones, desacreditar la autenticidad de los restos atribuidos a Cuauhtémoc. A lo largo de estos últimos 70 años, se han formado tres comisiones integradas por especialistas en diversas disciplinas con el objetivo de refutar la veracidad del descubrimiento. Sin embargo, muchos han señalado que el rechazo sistemático a los hallazgos de Guzmánpodría estar influenciado por el hecho de que fue una mujer arqueóloga quien logró este importante descubrimiento.

Es probable que, de tratarse de un hombre, los restos hubieran sido aceptados como auténticos sin mayor cuestionamiento. Pero en 1949, Eulalia Guzmán, tras una meticulosa investigación que incluyó la consulta a los ancianos de la población de Ixcateopan para recuperar la tradición oral, así como el análisis de diversas fuentes históricas y arqueológicas, logró identificar el lugar exacto donde, según la leyenda, se habrían mantenido ocultos los restos del Huey Tlatoani Cuauhtémoc durante más de 400 años.

A pesar de los esfuerzos por desacreditar su trabajo, el legado de Eulalia Guzmán sigue siendo un testimonio de su dedicación y rigor como investigadora. Su descubrimiento no solo puso en el centro de la discusión la figura de Cuauhtémoc como símbolo de resistencia indígena, sino que también destacó el papel de las mujeres en la arqueología y la historia de México. La negativa a reconocer la autenticidad de los restos podría interpretarse como un reflejo de los prejuicios de género que aún persisten en ciertos ámbitos académicos y políticos.

Algunas conmemoraciones de la maestra normalista Eulalia Guzmán Barrón: en 2024 se cumplieron 75 años del descubrimiento de los restos de Cuauhtémoc en la población de Ixcateopan, en el estado de Guerrero, en septiembre de 1949. El 1 de enero del presente año se cumplieron 40 años del fallecimiento de una de las paleógrafas más importantes de México, quien murió en la capital del país. El pasado 12 de febrero se conmemoraron 130 años de su nacimiento en San Pedro Piedra Gorda, en el estado de Zacatecas. Y el 28 de febrero se conmemoraron los 500 años del asesinato del último monarca mexica.

En conclusión, el caso de los restos de Cuauhtémoc descubiertos por Eulalia Guzmán no solo es un tema arqueológico e histórico, sino también una muestra de cómo el género puede influir en la validación del trabajo científico. Su investigación, basada en la tradición oral y el análisis riguroso, merece ser reevaluada con justicia y reconocimiento, más allá de los prejuicios que han intentado opacar su contribución a la historia de México.

Eulalia Guzmán inició su carrera profesional en la Ciudad de México, en la Escuela Normal para Maestros, en 1904, solicitó una beca al Presidente Porfirio Díaz, para sus estudios. Siendo muy joven, comenzó a laborar como profesora de primaria. Más tarde, estudió arqueología en la Universidad Nacional de México, siendo de las primeras arquelogas de México y continuó con sus estudios de doctorado en Alemania, convirtiéndose en una de las primeras mujeres del país en obtener un doctorado. Su formación es muy sólida. También cabe destacar su papel como pionera del movimiento feminista en el país.

También tuvo una interesante labor como escritora de libros y articulos cientificos, y fundadora del Partido Popular Socialista. https://www.uam.mx/e_libros/biografias/GUZMAN.pdf

Además, tuvo un interesante recorrido en las instituciones públicas del Estado mexicano, donde prestó sus servicios profesionales. Cabe destacar que, durante el sexenio del veracruzano Miguel Alemán Valdés, fue directora del Archivo Histórico del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). Por instrucciones del propio presidente de México, encabezó una expedición al pueblo de Ixcateopan, como respuesta a una petición de la campaña presidencial de 1946. Un año más tarde, en el marco del centenario de la invasión militar de los Estados Unidos de América y los acontecimientos del 13 de septiembre de 1847 en el Castillo de Chapultepec, se creó una comisión para la identificación de los cadetes del H. Colegio Militar que cayeron en la defensa del Castillo. Ahí, como quienes dieron el veredicto final eran hombres, no hubo ningún problema (cfr. https://www.dof.gob.mx/nota_to_imagen_fs.php?cod_diario=201781&pagina=2&seccion=0). Luego se discutió la falsedad de las osamentas, lo mismo que ocurrió con los restos de Hernán Cortés. En el caso de Cuauhtémoc, los restos fueron descubiertos por una inteligente mujer llamada Eulalia Guzmán.

El presidente de México, biológicamente mujer pero mental e ideológicamente hombre, con nombre y apellidos Manuel Andrés López Obrador, en un falso festival-funeral de Estado a Cuauhtémoc, tuvo la gran oportunidad de reivindicar el trabajo de investigación de una verdadera científica como Eulalia Guzmán, que no tuvo como cabecera la lectura del cómic de Kalimán Guzmán.  Este pasado 8 de marzo de 2025, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, actuó como su mentor: amuralló el Palacio Nacional y solo conmemoró tan importante fecha con las mujeres que llegaron al poder. Una vez más, demostró que no llegaron todas las mujeres del país: no llegaron las madres de los desaparecidos, ni las madres de los miles de asesinados en los últimos seis años, ni las mujeres desempleadas, ni las secuestradas, ni las trabajadoras sexuales, ni las migrantes, ni las mujeres sin espacios en los estudios universitarios, ni las golpeadas, ni mucho menos llegó el gran aporte a la historia de México como lo es Eulalia Guzmán, quien logró encontrar los restos del último emperador mexica, Cuauhtémoc.

 

500 años del asesinato de fray Juan de Tecto (1476-1525) tambien olvidado

 500 años del asesinato de fray Juan de Tecto (1476-1525) tambien olvidado

                                                                                  Ángel Rafael Martínez Alarcón

La conquista y evangelización de la Nueva España, desde su primer momento, estuvo acompañada por religiosos de la orden de San Francisco de Asís. Fue la monarca Isabel de Castilla quien dejó estipulado en su testamento la importancia de evangelizar a los pobladores de las nuevas tierras descubiertas por los castellanos a finales del siglo XV. Cristóbal Colón (1451-1506), quien buscaba una nueva ruta hacia las Indias, tuvo como enlace entre los Reyes de Castilla y Aragón a los frailes franciscanos del Monasterio de Santa María de la Rábida, en Huelva, Andalucía. Con este aval, la reina castellana apoyó el proyecto del navegante genovés.

El extremeño conquistador Hernán Cortés, desde el inicio de su empresa de conquista de Mesoamérica, se hizo acompañar por integrantes de la orden fundada en el siglo XIII por San Francisco de Asís (1181-1226). Una vez iniciada la conquista en el verano de 1521, llegaron los tres primeros franciscanos. En 1522, Cortés solicitó al emperador Carlos V el envío de más frailes franciscanos para iniciar la conquista espiritual de las tierras del Nuevo Mundo. Así, en mayo de 1524, arribó al puerto de Veracruz la segunda misión de franciscanos, compuesta por doce miembros, emulando a los doce apóstoles de Jesucristo.

El 13 de mayo de 1524, hace 500 años, llegaron los primeros doce frailes franciscanos de la orden de los Hermanos Menores: fray Martín de Valencia (quien los encabezaba, 1474-1534), fray Francisco de Soto(1500-1563), fray Martín de la Coruña o de Jesús (1484-1558), fray Juan Suárez (¿?-1528), fray Antonio de Ciudad Rodrigo (¿?-1553), fray Toribio de Benavente (Motolinía, 1482-1569), fray García de Cisneros(¿?-1536), fray Luis de Fuensalida (¿?), fray Juan de Ribas (¿?-1562), fray Francisco Jiménez (¿?-1537), y los hermanos legos Andrés de Córdoba (¿?) y Juan de Palos (1480-1527). Estos franciscanos fueron los primeros evangelizadores de la Nueva España. A lo largo del siglo XVI, llegaron otras órdenes religiosas.

El pasado viernes 28 de febrero de 2025, en el Zócalo de la Ciudad de México, el gobierno de México realizó un funeral de Estado en memoria a Cuauhtémoc, encabezado por el presidente de México. Fue un espectáculo hollywoodense, incluso con ópera, pero los grandes ausentes en dicho funeral fueron los compañeros de martirio de aquel martes de carnaval de 1525: Tetlepanquetzal, Coanacoch (tlatoani de Tetzcoco), los capitanes Ecatzin y Temilotzin, dirigentes de la Triple Alianza (Tenochtitlan, Texcoco, Tlacopan), y el fraile franciscano Juan de Tecto. Cfr: https://youtu.be/QgOT8OGrVCE?si=EZVpr7mzdoi5bNrJ

La provincia eclesiástica de México y la orden franciscana en nuestro país guardaron un silencio absoluto ante el 500 aniversario del asesinato del primer religioso católico en el Nuevo Mundo. Por el mero hecho de haber muerto como mártir, debería haber sido reconocido como santo de la iglesia particular de México.

Juan de Tecto, nombre castellanizado de Jonan Dekker (en francés, Jean Couvreur, "Juan el techador"), nació en 1476 en Gante, Bélgica, entonces parte de los dominios de los Habsburgo. Desde muy joven abrazó la orden religiosa de los franciscanos en su reino. Se trasladó a París, donde fue docente de teología durante 14 años en la Universidad de París. Esta experiencia lo convirtió en un intelectual de renombre, con dominio de varias lenguas.

Su trayectoria religiosa lo llevó a ser guardián de varios conventos de su orden, como los de Ruan, Brujas y Gante, y vicario de la provincia. Pasó por los reinos de Castilla como confesor del emperador Carlos V. En Madrid, se convirtió en misionero y partió hacia las tierras del Nuevo Mundo conquistadas por Hernán Cortés. El 1 de mayo de 1523, salió de Sevilla hacia el puerto de Veracruz en compañía de sus hermanos de hábito Pedro de Gante y Juan de Ahora (hermano del rey de Escocia). El 30 de agosto de 1523, pisaron las tierras que más tarde se llamarían Nueva España. Fueron los primeros religiosos franciscanos en cumplir la proclama evangélica de "Id por todo el mundo, anunciando la Buena Nueva de Cristo".

Su primera misión fue en Texcoco, donde se diseñó la estrategia para la evangelización de las nuevas realidades. Allí, Juan de Tecto aprendió la lengua de los conquistados, el náhuatl, lo que le permitió escribir los primeros rudimentos de la doctrina cristiana en lengua mexicana. Este fue, sin duda, el primer trabajo serio para apoyar la evangelización de los pobladores del altiplano central de México. Durante el siglo XVI, se encontrarían varios trabajos iniciados por Juan de Tecto.

En octubre de 1524, fue integrado a la expedición de las Higueras, encabezada por el conquistador extremeño Hernán Cortés, con el pretexto de someter a un enviado de Cortés en lo que hoy conocemos como Honduras. La expedición también incluyó a los altos dignatarios de la Triple Alianza. No los llevaban de turismo, pues Cuauhtémoc y su primo no podían caminar debido a que, el 21 de octubre de 1521, les habían quemado los pies. La intención era clara: sacarlos de México-Tenochtitlán para darles muerte. En su quinta carta de relación, Cortés justificó ante Carlos V que estaban organizando una rebelión. Estos dignatarios, prisioneros del conquistador durante 40 meses, siguen siendo motivo de interrogantes hasta el día de hoy.

En el caso del franciscano Juan de Tecto, también se inventó que murió de hambre. Para Cortés, dejar con vida al religioso era un gran peligro, ya que, como testigo presencial de los crímenes del martes de carnaval de 1525, podría informar directamente al emperador Carlos V sobre los asesinatos de los exgobernantes mexicas. Hernán Cortés informó al emperador de la situación casi dos años más tarde. Juan de Tecto pagó con su vida el ser testigo de estos asesinatos.

 

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